La Historia, maltratada
No cabe duda que la Historia es una materia fascinante pues permite conocer muchísimas cosas que ocurrieron en años y siglos anteriores. El problema que plantea, aparte de la falta de algunos documentos que se perdieron irremediablemente, es que muchos la utilizan para así poder afirmar sus postulados políticos, de grupo, de pueblo o incluso personales.
Uno de los ejemplos más clarificadores fue el simulacro de historia que se enseñaba durante el franquismo y en la que cualquier hecho histórico, lo convertía de un plumazo en una premonición del "Glorioso Alzamiento Nacional", y lo mismo usaba a Viriato, Hernán Cortés, Al Andalus, Trafalgar o Wifredo el Belloso para colocarlo bien como paladín del nacionalsindicalismo o como muestra de lo malos que eran los que se enfrentaron a ellos.
Pero donde más se notaba su manipulación era en lo referido a la II República y a la guerra civil, llegando hasta el esperpento de llamar rebeldes a los que defendían al gobierno electo y la legalidad republicana.
Una vez llegada la democracia, el lugar del franquismo lo ocuparon algunos Consejeros de Educación de determinadas comunidades autónomas, en las que algunos se inventaron reyes, reinos y hasta confederaciones, pero en el asunto de la guerra civil, todavía fueron más lejos y el resultado está en que muchos de los jóvenes que han sido adoctrinados con semejantes barbaridades, están convencidos de que la guerra civil en realidad fue una guerra entre España y Euskadi y Cataluña, y convirtiendo a Madrid en un enemigo fantasma que les ayuda a sentirse más afirmados. Ya se sabe, tal como dijo Goebbels repite una mentira mil veces y termina siendo verdad, y así Madrid es, como todo el mundo sabe, una ciudad fascista.
Pues para estos manipuladores, tres datos: Madrid fue declarada por Franco, ciudad traidora, Madrid fue bombardeada con artillería y aviación durante casi tres años, en Madrid hubo más muertos que en Barcelona o Bilbao y en Badajoz hubo más muertos en un solo día que en toda la posguerra en Euskadi. Así que ya está bien.
Pero no, por lo visto no era bastante y nos faltaba Pío Moa: aquel que fue ideólogo y jefe de propaganda del GRAPO, esos gloriosos luchadores contra el fascismo de Suárez, Felipe González y Carrillo, o eso decía Gaceta Roja en su edición nº 48.
Según este terrorista condenado por secuestro y otros daños "colaterales", la guerra civil la empezaron los republicanos, la represión franquista no fue para tanto, la victoria de Franco salvó a España y otras tantas vilezas por el estilo.
Pío Moa se ha colocado en la misma posición que aquellos nazis que niegan el holocausto judío y bien que se lo han recompensado, pues ha sido acogido con fervor en los círculos más reaccionarios y, según ellos, es verdad todo lo que dice puesto que sus libros están en los primeros puestos de venta.
De seguir esa lógica, habría que convenir que las "verdades" de la Iglesia, que tanto les gustan, serían todas falsas ya que J.J. Benítez era el más vendido con su Caballo de Troya y en el cual la vida de Jesucristo no era como la cuentan.
De todos modos, me voy a permitir un desahogo personal, en nombre de todos aquellos muertos durante la guerra, los fusilados en la dictadura, los encarcelados, los torturados, los exiliados, quiero decirle una cosa a Pío Moa: ¡eres un hijo de puta!
Uno de los ejemplos más clarificadores fue el simulacro de historia que se enseñaba durante el franquismo y en la que cualquier hecho histórico, lo convertía de un plumazo en una premonición del "Glorioso Alzamiento Nacional", y lo mismo usaba a Viriato, Hernán Cortés, Al Andalus, Trafalgar o Wifredo el Belloso para colocarlo bien como paladín del nacionalsindicalismo o como muestra de lo malos que eran los que se enfrentaron a ellos.
Pero donde más se notaba su manipulación era en lo referido a la II República y a la guerra civil, llegando hasta el esperpento de llamar rebeldes a los que defendían al gobierno electo y la legalidad republicana.
Una vez llegada la democracia, el lugar del franquismo lo ocuparon algunos Consejeros de Educación de determinadas comunidades autónomas, en las que algunos se inventaron reyes, reinos y hasta confederaciones, pero en el asunto de la guerra civil, todavía fueron más lejos y el resultado está en que muchos de los jóvenes que han sido adoctrinados con semejantes barbaridades, están convencidos de que la guerra civil en realidad fue una guerra entre España y Euskadi y Cataluña, y convirtiendo a Madrid en un enemigo fantasma que les ayuda a sentirse más afirmados. Ya se sabe, tal como dijo Goebbels repite una mentira mil veces y termina siendo verdad, y así Madrid es, como todo el mundo sabe, una ciudad fascista.
Pues para estos manipuladores, tres datos: Madrid fue declarada por Franco, ciudad traidora, Madrid fue bombardeada con artillería y aviación durante casi tres años, en Madrid hubo más muertos que en Barcelona o Bilbao y en Badajoz hubo más muertos en un solo día que en toda la posguerra en Euskadi. Así que ya está bien.
Pero no, por lo visto no era bastante y nos faltaba Pío Moa: aquel que fue ideólogo y jefe de propaganda del GRAPO, esos gloriosos luchadores contra el fascismo de Suárez, Felipe González y Carrillo, o eso decía Gaceta Roja en su edición nº 48.
Según este terrorista condenado por secuestro y otros daños "colaterales", la guerra civil la empezaron los republicanos, la represión franquista no fue para tanto, la victoria de Franco salvó a España y otras tantas vilezas por el estilo.
Pío Moa se ha colocado en la misma posición que aquellos nazis que niegan el holocausto judío y bien que se lo han recompensado, pues ha sido acogido con fervor en los círculos más reaccionarios y, según ellos, es verdad todo lo que dice puesto que sus libros están en los primeros puestos de venta.
De seguir esa lógica, habría que convenir que las "verdades" de la Iglesia, que tanto les gustan, serían todas falsas ya que J.J. Benítez era el más vendido con su Caballo de Troya y en el cual la vida de Jesucristo no era como la cuentan.
De todos modos, me voy a permitir un desahogo personal, en nombre de todos aquellos muertos durante la guerra, los fusilados en la dictadura, los encarcelados, los torturados, los exiliados, quiero decirle una cosa a Pío Moa: ¡eres un hijo de puta!
Cosas veredes...
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