Chávez y los golpistas
Era de esperar. Lo hubieran hecho de cualquier forma pero ha bastado que Chávez cometa un error para que la jauría cavernícola se le eche encima y yo no puedo por menos que, desde el apoyo absoluto a la revolución bolivariana, hacer una crítica a Chávez por dar armamento a los enemigos. Si no quería entrevistarse con los empresarios, está en su derecho de no hacerlo, pero lo que no se puede hacer es concertar una reunión y luego no acudir, alegando un motivo fútil como es el alargamiento de su reunión con Zapatero. Las reuniones se alargan o se acortan en función de otros compromisos, máxime cuando al día siguiente tendrían otra reunión en el palacio de la Moncloa.
Pero dicho esto, hay que denunciar la virulencia, el odio e incluso la zafiedad de los ataques que ha sufrido Chávez por parte de articulistas de la derecha tradicionalista, monárquica o lo de los fascistas camuflados como liberales y ahí están como muestra los impresentables artículos de Jiménez Losantos, Tomás Cuesta, Gabriel Albiac y en menor medida de Alfonso Ussía, pero hay muchos más.
Pero lo que resulta patético es la actitud de Rajoy leyendo un comunicado en el que habla del "coronel Chávez" obviando su condición de presidente electo y pidiéndole explicaciones por haber corroborado lo que todo el mundo sabe, el apoyo del gobierno de Aznar al golpe de Estado en Venezuela del año 2002, y el por qué de la estancia de etarras en Venezuela. Sería gracioso que la Embajada de Venezuela le respondiera más o menos de esta guisa: "En relación con la palabras del registrador de la propiedad Sr. Rajoy, le informo que los etarras que vivien en Venezuela están allí a petición del gobierno español que en su momento pidió a Venezuela acoger a unos cuantos de estos terroristas, siendo en ese momento presidente de Venezuela Rafael Caldera y presidente del gobierno español Don Felipe González Márquez".
Que el embajador español, junto con el norteamericano, corrió a reconocer al gobierno golpista de Carmona Estanga, es una evidencia que por muchas vueltas que le den, no van a poder cambiar, como tampoco las palabras de Gustavo de Arístegui diciendo que Carmona era la gran esperanza.
Lo mismo que corrió monseñor Baltasar Porras, si es que no estaba ya en el ajo del golpe.
Otra cosa es el silencio de otros pero también era muy elocuente.
Pero ¿puede fiarse Chávez de los socialistas?. Felipe González decía en 2002: "Siempre fue un golpista, y Chávez merece el calificativo de golpista puesto que no sólo se es autoritario cuando se ejerce el poder por los botas sino cuando se ejerce el poder por los votos".
Trinidad Jiménez miraba para otro lado balbuceando, esperando a ver como terminaba el tema.
Pero el PSOE no podía comportarse de una manera distinta que su casa matriz, el grupo PRISA, que decía "Carmona es un hombre sencillo que intentará conducir la transición en paz, democráticamente y con el respaldo de los factores representativos de la sociedad civil".
¿Se puede ser más estúpido?. Ahora resulta que el golpista Carmona es un pobrecito hombre sencillo que va a llevar a Venezuela en paz y democracia.
Y la guinda: "Fue necesario sacrificar varias vidas para que Chávez dejara el cargo, del cual sale con las manos manchadas de sangre". O sea que el que sufre el golpe tiene las manos manchadas de sangre por ese golpe.
Es el mismo planteamiento que tienen los mafiosos etarras y sus cómplices, cuando lamentan la muerte de los pobrecitos mártires en un tiroteo con la guardia civil.
Así que, en esas manos estamos, las de unos y las de otros.
Para terminar con el tema voy a volver al PP, tan enojados porque Moratinos haya recordado su apoyo al golpe.
Pero ¡hombre por Dios!, si por la lucha por una urna en una agrupación pueden llegar a la pelea que hemos visto en Elche, con puñetazos,bocados y hasta intervención de la policía, ¿cómo no van a apoyar golpes de estado?
Pero dicho esto, hay que denunciar la virulencia, el odio e incluso la zafiedad de los ataques que ha sufrido Chávez por parte de articulistas de la derecha tradicionalista, monárquica o lo de los fascistas camuflados como liberales y ahí están como muestra los impresentables artículos de Jiménez Losantos, Tomás Cuesta, Gabriel Albiac y en menor medida de Alfonso Ussía, pero hay muchos más.
Pero lo que resulta patético es la actitud de Rajoy leyendo un comunicado en el que habla del "coronel Chávez" obviando su condición de presidente electo y pidiéndole explicaciones por haber corroborado lo que todo el mundo sabe, el apoyo del gobierno de Aznar al golpe de Estado en Venezuela del año 2002, y el por qué de la estancia de etarras en Venezuela. Sería gracioso que la Embajada de Venezuela le respondiera más o menos de esta guisa: "En relación con la palabras del registrador de la propiedad Sr. Rajoy, le informo que los etarras que vivien en Venezuela están allí a petición del gobierno español que en su momento pidió a Venezuela acoger a unos cuantos de estos terroristas, siendo en ese momento presidente de Venezuela Rafael Caldera y presidente del gobierno español Don Felipe González Márquez".
Que el embajador español, junto con el norteamericano, corrió a reconocer al gobierno golpista de Carmona Estanga, es una evidencia que por muchas vueltas que le den, no van a poder cambiar, como tampoco las palabras de Gustavo de Arístegui diciendo que Carmona era la gran esperanza.
Lo mismo que corrió monseñor Baltasar Porras, si es que no estaba ya en el ajo del golpe.
Otra cosa es el silencio de otros pero también era muy elocuente.
Pero ¿puede fiarse Chávez de los socialistas?. Felipe González decía en 2002: "Siempre fue un golpista, y Chávez merece el calificativo de golpista puesto que no sólo se es autoritario cuando se ejerce el poder por los botas sino cuando se ejerce el poder por los votos".
Trinidad Jiménez miraba para otro lado balbuceando, esperando a ver como terminaba el tema.
Pero el PSOE no podía comportarse de una manera distinta que su casa matriz, el grupo PRISA, que decía "Carmona es un hombre sencillo que intentará conducir la transición en paz, democráticamente y con el respaldo de los factores representativos de la sociedad civil".
¿Se puede ser más estúpido?. Ahora resulta que el golpista Carmona es un pobrecito hombre sencillo que va a llevar a Venezuela en paz y democracia.
Y la guinda: "Fue necesario sacrificar varias vidas para que Chávez dejara el cargo, del cual sale con las manos manchadas de sangre". O sea que el que sufre el golpe tiene las manos manchadas de sangre por ese golpe.
Es el mismo planteamiento que tienen los mafiosos etarras y sus cómplices, cuando lamentan la muerte de los pobrecitos mártires en un tiroteo con la guardia civil.
Así que, en esas manos estamos, las de unos y las de otros.
Para terminar con el tema voy a volver al PP, tan enojados porque Moratinos haya recordado su apoyo al golpe.
Pero ¡hombre por Dios!, si por la lucha por una urna en una agrupación pueden llegar a la pelea que hemos visto en Elche, con puñetazos,bocados y hasta intervención de la policía, ¿cómo no van a apoyar golpes de estado?
Cosas veredes...
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