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El Vigilante

Hoy quiero confesar

¡Ya no puedo más!. Hoy, como Isabel Pantoja, quiero confesar, aunque en realidad, lo hago porque he sido descubierto. A raíz de un artículo donde mencionaba a Ana Botella y Ángel Acebes y sus palabras sobre que no resulta gratis ofender a los Estados Unidos, un avispado sabueso de la T.I.A. (Tontos Integrales Asociados), que pulula en el interesante foro Foro Política ha destapado que El Vigilante es un agente al servicio del imperio polanquista y que mis artículos son una mezcla de lo que escribe el sectario de Carlos Carnicero y Juan Luís Cebrían, el académico de la lengua, por obra y gracia de Don Polancone. No me molesta tanto el haber sido descubierto como el que me comparen con Carlos Carnicero. ¡Qué mal gusto, por Dios!.
Claro que no es la primera vez que me desenmascaran, porque no hace mucho tiempo, otro intrépido investigador del mismo foro (que recomiendo fervientemente para quien quiera ver como es imposible dialogar a base de etiquetazos y no de argumentos), dejó meridianamente claro que yo era un escribidor a sueldo de la carcundia de la COPE, del Cojo Manteca Jiménez Losantos, Alfonso Ussía y César vidal. ¡Nada menos!.
Pero eso no es todo, pues antes, un tal Koldo que escribe en Rebelión, destapó que yo era un cómplice y encubridor de los GAL, porque El Vigilante, al contrario que ese Koldo, considera que el tiro en la nuca y la bomba lapa son asesinatos y no lucha armada y que a los que él llama patriotas abertzales, yo los nombro como mafiosos etarras (y que, el cazador impenitente de supuestos o reales errores gramaticales del Foro, me perdone la redundancia de mafiosos y etarras).
Otro insigne tontaina me calificó como representante del españolismo franquista, porque dije que el PNV era un partido racista, xenófobo, etnicista y más de derechas que Don Pelayo, y que no comprendía por qué Madrazo hacía el papel de tonto útil de la derecha, cuando para mi interlocutor, era obvio que el PNV es un partido progresista, ya que es nacionalista y ya se sabe que nacionalista es igual a progresista, aunque tenga planteamientos más reaccionarios que la Liga Norte, igual que ocurre con la llamada Esquerra Republicana de Cataluña.
Cuando describí a Pío Moa, me dijeron ultraizquierdista sectario y cuando hablé de Rodríguez Ibarra, me convertí en enemigo del progresismo.
Cuando escribí sobre Cuba, me llamaron agente de Castro quien me paga vacaciones en la isla, y cuando escribí sobre la Iglesia católica y sus amistades con las dictaduras fascistas, amén del encubrimiento de sus curas pedófilos, simplemente se acordaron de mi madre, e incluso hubo alguno, cuando hablé de los cómplices de ETA que ayudan con su dinero a las finanzas etarras a través de las herriko tabernas, que sólo me dijo: Ten cuidado con lo que dices, cipayo.
Pero todos dieron con mi verdadero talante, vendido a la potencia de rigor, y todo, por no hacer caso de mis colegas caídos en desgracia, agentes secretos de los que se deshicieron cuando ya no les interesaron sus servicios. Y mira que me lo han repetido Bin Laden, Sadam Hussein, Noriega, Montesinos, y otros conocidos agentes de la CIA: ¡ten cuidado, vigilante que te vigilan!.
Lo que todavía no saben es que yo también cobré de constructores amigos de Tamayo y Sáez para colocar a Esperanza Aguirre en la presidencia de Madrid, que Convergencia me estuvo pagando un 3% del 3% que recibía de las obras públicas, que ahora me paga el tripartito para que no hable de El Carmelo, el nuevo Estatuto y la falacia de las balanzas fiscales.
Y lo que tampoco saben todavía, es que ahora ando en tratos con el mismísimo Carod Rovira, y si llegamos a un acuerdo sustancioso, me abstendré de decir que tiene planteamientos puramente fascistas, e incluso lo asesoraré en sus futuras conversaciones con Giusepe Ternerini, lider del anarquismo italiano que puso la bomba ayer en Barcelona, para que cuando vuelva a atentar,se sitúe en el mapa y para colocar la bomba, se fije bien donde está España.

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