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El Vigilante

Y no estaba muerto, no no...

<u><center><strong>Y no estaba muerto, no no...</u></strong></center>
Eso decía Peret en una famosa rumba titulada El muerto vivo. Pero es que Peret era un profeta pero de los buenos, pues no se limitó a decir que no estaba muerto, sino que la letra de esa canción decía:
"...Pero al cabo de unos días
de haber desaparecido
encontraron un muerto
un muerto muy parecido.
Le montaron un velorio
y le rezaron la novena
le perdonaron sus deudas
y lo enterraron con pena."


Ayer el diario El Mundo publicaba la noticia de que Francisco Paesa, el famoso espía, traficante de armas, diplomático, banquero, gigoló, falsificador, y no sé cuantas cosas más, estaba vivo y aportaba la foto del "muerto" en el sur de Francia, además de haber localizado su casa en Luxemburgo.
Al parecer, el asunto se descubrió porque una sobrina de este pájaro había cometido una estafa por importe nada menos que de 20 millones de euros.
Claro que no era novata en estas lides pues en 1998 ella misma se encargó de transferir 1800 millones de pesetas desde el Aresbank de Madrid al de Singapur, cuando se fugó Luis Roldán, y luego borró el rastro de ese dinero.
¡De casta le viene a la galga!. Ya sé que el refrán dice el galgo, pero es que no quiero ser políticamente incorrecto y como se trata de una mujer, pues a la estafadora, la llamaremos estafadora y no estafador@.
Tras su "muerte" que, según la esquela que acompaño (que como corresponde al personaje publicó El País) tanto dolió a su familia hasta el punto que ordenaron 30 misas gregorianas, tampoco es que el ex espía se preocupara demasiado pues dejó el nombre y segundo apellido intactos y solo cambió ligeramente el primero. ¡Vaya agente secreto!. Como Anacleto pero más listo para llevarse el dinero.

Vera, Roldán, Paesa... la gloriosa década de los 90
¡Abuelita Herminia ¡cuéntame como pasó!
Cosas veredes...

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