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El Vigilante

El Jefe del Estado Vaticano

<u><center><b>El Jefe del Estado Vaticano</u></b></center>
El Papa le ha dado un repaso a muchas de las actuaciones, reales o imaginarias, del gobierno de España, y a mí me parece bien ¿qué quieren que les diga?. El Papa, como todo ser humano, tiene derecho a la libertad de expresión, aunque no lo practiquen en su Estado y entiendo que para los católicos puede ser una referencia, en algunos casos tal vez sea a sensu contrario, pues en temas de anticonceptivos y planificación familiar no parece que le hagan mucho caso, pero en fin, a lo que iba es que como pastor de sus ovejas puede indicarles el verdadero camino de la salvación. Eso a mí no me afecta pues no pertenezco a ese club pero sí me afecta el que un Jefe de Estado extranjero tenga injerencias intolerables en los asuntos internos de nuestro país.
Lo que ocurre también es que quizás las personas que informan al Papa, más o menos los mismos que escucharon su discurso, están mal acostumbradas. Piensan que, como antaño, sus criterios morales deben convertirse en ley para todos los ciudadanos, católicos o no, y no acaban de aceptar la realidad de que eso ya no es así.
He leído varias editoriales en periódicos de derechas y de izquierda (si es que queda algo de eso y no sólo intereses comerciales) y cada uno ha comentado el rapapolvo de ayer del Papa en un sentido o en otro, pero ninguno hace mención a lo que comento de la injerencia en los asuntos internos de otro Estado.
¿Se toleraría a cualquier otro Jefe de Estado que se metiera de esa forma con el gobierno de España? ¿qué dirían si ese Jefe de Estado extranjero fuera Castro, Chávez o cualquier otro de los pocos que se atreven a hacer frente al imperio?.
¿Acaso este Jefe de Estado tiene un status especial? ¿no tiene embajadores? ¿no presentan cartas credenciales?. ¿Entonces por qué esa condescendencia con este señor?, ¿a qué espera el Gobierno para llamar a consultas al embajador (llamado Nuncio) de ese Estado?.
El hecho de que yo coincida con él en dos apartados de los que criticó al gobierno, en concreto lo referente a la diversidad y unidad de España y el plan hidrológico, no significa que acepte sus dardos envenenados ni en estos dos temas ni tampoco en los demás, como no lo aceptaría de ningún país extranjero.
La verdad es que esto ocurre por esa extraña circunstancia de que el llamado vicario de Cristo tenga un Estado para él solo, sin democracia y sin igualdad para las mujeres por supuesto, y tal vez algunos de los católicos estén pensando como yo y se pregunten. ¿pero Jesucristo dijo algo sobre fundar un estado vaticano? ¿no era estar con los pobres y los desvalidos?. Eso lo hacen un montón de curas y monjas en el tercer mundo y en algunas zonas deprimidas del primero, pero el Jefe de la Iglesia (¿o tal como están las cosas debería decir conseller en cap?) bien parece que va por otro lado.
Seguramente, Cristo los echaría del templo a latigazos.

¡Palabra de Dios!

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