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El Vigilante

El Cojo Manteca Losantos

<u><center><b>El Cojo Manteca Losantos</b></center></u>
El llamado Cojo Manteca fue un chaval que se hizo famoso en 1987 cuando se le pudo ver en unas imágenes de televisión metido en una revuelta de estudiantes destrozando unos anuncios luminosos y un cartel de una estación del Metro en Madrid. Y lo más curioso del caso es que lo hacía con sus muletas pues le faltaba una pierna. Poco después algunos radicales gamberros lo tomaron como un icono de sus "ideas".
Me ha venido a la mente este personaje porque estaba pensando que apelativo colocarle a Federico Jiménez Losantos. No me gusta motejar a nadie por sus defectos físicos y menos si este defecto es producido, como en este caso, por un atentado de los terroristas de Terra Lliure. Pero el hecho de que fuera objeto de un atentado no le otorga a Losantos patente de corso para insultar impunemente.
Es conocido de este ultraliberal, como él mismo se califica, su tendencia a poner apodos y nombres supuestamente graciosos a partidos, personas o instituciones que no comulguen (nunca mejor dicho) con sus ideas. Sus ideas son bien sencillas: el mercado lo arregla todo. Si eres un trabajador con contrato basura y no puedes ahorrar pues pasarás hambre porque las pensiones son un despilfarro y si no tienes para pagar tu médico pues te jodes y te mueres. Así de simple, como el mecanismo de un chupete, es la ideología de este vocero de la derecha más recalcitrante que tiene a su disposición cada día, la cadena COPE, cuya propietaria es la Conferencia Episcopal y desde donde fustiga sin piedad a todo aquel que no le baila el agua.
Como se cree ingenioso, emplea muy a menudo palabras como Corrupsoe, Zapatético, Desatinos, Prisoe, Rovireche, Izquierda Hundida, Rub Al Kaba, y un largo etcétera. Hasta ahí nada que objetar porque se califica sólo, y entraría dentro de lo que es el juego de la política, pero me molesta sobremanera lo que emplea con Hugo Chávez, llamándolo El Gorila Rojo, porque lo que hay en el fondo es racismo y no le gusta el aspecto físico del presidente de Venezuela, tal vez porque no sea un blanco ario como a él le gusta, aparte de su ideología, y por supuesto por haber confirmado el apoyo de Aznar al golpe de Estado fascista de Carmona Estanga.
Es tan asqueroso, de una vileza tal lo que hace Jiménez Losantos en aludir al aspecto físico que no puedo resistir la tentación de ponerme a su altura (mejor sería decir, bajura) y a partir de ahora, en El Vigilante, Federico Jiménez Losantos será llamado como El Cojo Manteca II.
Y lo que no le perdono a este miserable es que a una madre que ha perdido a su hijo y que en el Congreso les dice a los diputados lo que la mayoría piensa de ellos, le diga que son lágrimas de teatro. Hay que ser tan repugnante como este Cojo Manteca II para dudar del dolor de una madre cuyo hijo ha sido asesinado. ¿Y si hubiera sido tu hijo, Cojo?, en el caso que pudieras llorar pues creo que las hienas no lo hacen, ¿serían tus lágrimas, también puro teatro? ¿cómo crees que se puede sentir una mujer doliente por la muerte de su hijo cuando unos cuantos como tú, le dicen que se meta sus muertos por el culo?, ¿cómo crees, Cojo Manteca?.

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